Piensa en esto como un recorrido libre por un relicario pop emocional de mi niñez, adolescencia y primeros años de adultez (quizás hasta puedes encontrar objetos que también reposaban en tu habitación). Puedes moverte entre objetos, fechas y canciones; abrir cada uno, mirar sus detalles, sus portadas, sus historias.
Recuerda: cada clic te acerca un poco más a esa versión tuya que coleccionaba cosas sin saber que, algún día, serían memoria.
Este es un rincón para volver a mis primeros amores: los discos que marcaron mi infancia, las revistas que hojeaba sin parar, los juguetes que me hacían soñar y los objetos que aún guardan mi amor por los festivales de música.
Esta revista la compré en Richmond, Virginia el mismo año en el que el mundo conocía a Justin Bieber, en el que Katy Perry encabezaba los charts de música y en el que Taylor Swift apenas entraba en su era de Speak Now.
Red suena a mi último año de colegio, al viaje a Atlanta donde lo compré y a esa obsesión colectiva por ser hipers y usar labial rojo. También suena a mi intercambio en Inglaterra, a los días en Londres y las canciones que me hicieron sentir que todo estaba a punto de empezar.
Esta cámara de Polly Pocket, que me mandó mi tía que vive en Nueva York, es uno de los tesoros de mi infancia. Siempre me pareció mágico que dentro tuviera una casita tan pequeña; podía pasar horas abriéndola y descubriendo cada detalle, como si guardara un mundo secreto solo para mí.
Este es un flyer del primer Festival Estéreo Picnic al que asistí, en 2016. Recuerdo la emoción de ver a Kygo en vivo, la energía del público y la sensación de estar viviendo un momento único. Este flyer es un recuerdo tangible de esa experiencia inolvidable.
Explora qué tipo de objetos dominan mi archivo: ¿revistas, discos, juguetes o recuerdos de festivales?
Desde tiendas locales hasta viajes inolvidables: descubre los lugares donde encontré cada uno de estos tesoros.
Así se ven treinta años contados a través de las cosas que nunca quise olvidar.